Hace Un Año...

Hace un año mi vida era distinta. Mis amigos eran distintos. Todo estaba diferente.
Yo no hacia gran cosa. Pasaba el día escuchando radio, en la radio y en el instituto de ingles que de mucho no sirvió.

El año pasado cambie. Conocí a gente que me hizo cambiar, tal vez crecer, no ser la que era, definitivamente trasformarme para siempre.

Tenía a una compañera de vida que me acompañaba a cada lado que le proponía. Era mi hermana, la que no traiciona, la que no abandona, la amiga que cualquier sacrificio era poco por verme feliz. Demasiado iguales en mundos muy diferentes. Como nos dijeron una vez “entre las dos hacen la mina perfecta” aunque el contexto era diferente y quien lo dijo no viene al caso.

De a poco me fui alejando para que el dolor de la separación no afectara tanto como creía que podría llegar a hacerlo.

Yo me puse a trabajar, ella entro a la universidad. Los juegos se nos acabaron de un solo golpe.

Hace un año, también conocí a la persona que cambio totalmente mi sistema de valores. El ser que a las dos hipnotizo.

Su imán es una mezcla de dolores, sexo e inteligencia. Aunque la ultima no la sepa utilizar.

Carisma infectado por calores y sentimientos inexistentes.

Pero no todo es malo. Fue amigo, concejero. Me regalo palabras que sin ser brillante le dieron una simpleza a mi vida que hasta el día de hoy me ayudan a superar dolores.
Elimino de mi vida el sentimiento de culpa y me regalo la ilusión de los sueños.

Me libero de fantasmas infantiles, para hacerlos adultos y mas tormentosos.

Hace un año descubrí el potencial que como mujer tengo. Ese que en ningún momento creí tener.

La muerte me unió a seres que había abandonado no se en que momento. Dándome la posibilidad de volver a empezar.
Entregándome la certeza de que la muerte solo puede ser un paso a algo más simple, que el egoísmo de la vida impide que disfrutemos.

Hace un año me entere que la inocencia no se acaba, solo se extravía. Pero que una ilusión pequeña puede hacer que salga en gloria y majestad con su compañera eterna... la estupidez.

Volví a sentirme de 15, cuando el ser más hermoso de este mundo entro en mi vida con un simple “hola”.
Haciendo que las mariposas ingresaran triunfales a mí estomago otra vez.

Conocí a personas que han escuchado cada palabra de angustia salida de mi boca. No importando hora ni lugar. Amigos de mas malas que buenas.
Uno en especial que se empeño en cambiar mi vida, no entendiendo que mi destino es como es, y ya no hay forma de cambiarlo.

No me arrepiento de nada. No olvidare nada.

A pesar de todo sigo creyendo.

A pesar de que la amistad se haya ido diluyendo, creo que aun el compromiso escrito oníricamente en cada secreto y complicidad no se pierde.

A pesar de enamorarme de un ser equivocado, no he dejado de crear ilusiones nuevas en mi corazón.

Continúo en mi guerra diaria contra mi misma.

Avanzo... no se hacia donde, pero avanzo.