Asesíname...
Una vez te consulte si serias capas de matar a alguien. Tu respuesta no fue clara, pero quisiste decir que no. Solo te lo pregunte para saber si en el momento que volviera la angustia y yo siguiera tan cobarde como hoy, podrías hacerlo tú por mí. Seria todo planificado, nadie pensaría siquiera por un momento que fuiste tu quien me quito la vida. Te lo pediría con música de fondo. Sería como la película que siempre he deseado filmar. Charlie, su guitarra, tus ojos, los míos, la pistola y su silenciador. Antes pediría que me besaras para morir saboreando la sal de tu saliva. Negarías con tu cabeza por un momento, bajarías el arma, me mirarías otra vez, tirarías de tu pelo y preguntarías el por que. La respuesta es simple. Soy muy cobarde, tengo sueños, pero me da pánico no realizarlos, eso me destruiría aun más. Llorarías. No por mí, sino por ti. La conciencia te golpearía y haría que tus brazos tiritaran más de lo común. Repetirías junto con Charlie, “One, two, three, four, five, six, seven” una y otra vez. Y de abajito yo diría “Asesíname, yo me quiero morir, ya no aguanto estar aquí” También seria la única vez que me dirías te amo. La muerte y la vida harían un coro brillante. Una luz saldría del arma y de tu boca la palabra que dicha unos segundos antes me habría salvado. La sangre estalla y te cubro de mí, tal como alguna vez lo hice con mi sudor. En medio de mi garganta quedan las ganas de decir “yo también”. Bajas tus brazos despacio. Tus lágrimas se mezclan con mi sangre. Y aunque te mueres de ganas no me tocas, seria fatal para ti. Guardas el arma. Respiras y te acercas a mí. Tomas mi olor por última vez. Solo es sangre, y por fin en ese instante te das cuenta de que nunca mas el brillo de mis ojos te rogara por un beso. Te duchas, escondes la ropa sucia y ya estas listo para partir. Te detienes en la puerta. Te aseguras de que la pistola este bien escondida entre los pantalones. Me miras. Solo unos segundos, no te puedes arriesgar a que la culpa te lleve a cometer un error. Respiras profundo y vuelves a repetir “De verdad que te amo”. Te quiebras, pero sales corriendo. Subes a tu auto. Prendes la radio... “deje tu imagen en el cajón... deje tu alma en el de los dos... no quiero mas que me des cuenta gotas de amor... es solo rockandroll... pero es del bueno, es del mejor... asesíname... asesíname” C.G. |
8 Comentarios:
waaa...que quieres que te diga...quedé atónita...
luego, cuando te vea hablamos de este relato...ok?
besitos...kuidate...
mish! sus grandes éxitos!
tá wena comadreeee :P
saludors!
en este puto pais cuando se hacen cosas buenas generalmente nadie dice nada y como a mi no me gusta en casillarme te voy a felicitar, de verdad que me gusto mucho lo k escribiste bkn comadre sigue asi.
ese es tu estilo, no el que tuviste un tiempo.
tkm y de verdad felicitaciones hace mucho k no leia algo tuyo k me gustara tanto.
besos
S=0)
exelente cass !!!
me gusto...
saludos, un beso
adiossssssssssssssss....
oa Mi Cass!!!
QUE RELATO!!!
Cassandra la Sibila forja su camino,
nos crea bellas y tristes ilusiones
nos habla de su amor dolido
del Infame que Pisoteo sus sueños,
del Dolor que siente ,
y de sus realidades.
Gracias por todo
Kozure Okami
Por aca se te quiere....
Wow, al mas puro tarantino!
mmmmm....
talvez lo escrito es pura ficción, si es asi este comments esta de mas.. pero creo q la vida no se basa entre me quiere o mejor me muero o como dice el primer comment entre el amor y la muerte...
no vale q si no te aman te maten
vale que si no te ama alguien, exista el indicado, el que te de vida..
eso-.- talvez suena a manual de autoayuda, em da la impresion q si.. pero es con buena intencion
saludos (y como relato esta buenisimo)
No podía parar de leer.. no comments..
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