Los Regalos...
¿Cómo creer en la vida si no te da la oportunidad para creerle?
¿Será que los regalos no se pueden disfrutar sin lágrimas rodando por los poros dilatados por las emociones expulsadas?
Quiero que sonría de nuevo
Quiero que este corazón se ensanche al sol
Quiero que el alma se parta en dos y estalle como dos espejos agotados por la edad.
Quiero que la lluvia esta vez sea de margaritas y perfumen el camino.
Deseo que la bestialidad del amor arañe al desamor y le saque la sangre que se necesita para volver a sentir pasión.
Deseo que los vientres hagan cuna y protejan de cualquier maldad o simplemente de cualquier ser humano a las niñas hermosas que para sus oídos solo hay silencios interminablemente calidos.
Deseo que los hombres rasguen sus manos con todo lo roto y desde hay fabriquen un regalo por cada alma que ultrajaron.
Deseo que lo simple no sea complejo.
Impongo en mi vida una sonrisa diaria.
Impongo que en tu regazo no caigan lágrimas.
Impongo que solo besemos lo que amamos.
Impongo que tu mar de sentimientos ya no tenga tanto sabor a sangre.
Impongo tener una vida limpia.
Impongo tener tan solo una vida.
Impongo, deseo, y quiero…
Pero a fin de cuentas, ¿Cuándo amo?
Siempre me doy cuenta que amo cuando es demasiado tarde.
Esta vez, por favor, despiertame temprano, tan solo quiero abrir los regalos con el primer rayo tibio de sol.
No me hagas esperar más.